¿El Big Data mata a la creatividad? Cómo los datos ayudaron a Alicia

¿Conocéis el Síndrome del folio en blanco? Se trata de un problema que afecta a muchos creativos cuando empiezan un proyecto, especialmente a los escritores. Es muy difícil desarrollar una idea partiendo de la nada, sin un rumbo o un objetivo. Solucionar este problema es, en realidad, tremendamente fácil. Al menos en el mundo empresarial.

"– ¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?

– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar.

– No me importa mucho el sitio…

- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes."

 

Conversación entre Alicia y el Gato de Cheshire en 'Alicia en el País de las Maravillas'

Todos nos hemos sentido alguna vez un poco como Alicia, sin saber muy bien que rumbo tomar. El Gato de Cheshire tiene razón: si no tienes un destino, cualquier camino es bueno. Pero los negocios no son así, necesitas unos objetivos para tener éxito. Y encontrar el camino hasta ellos puede provocar verdaderos quebraderos de cabeza. O no. ¿Y si pudiésemos saber exactamente hacia dónde nos dirigimos? ¿Y si pudiésemos anticipar cuál es el mejor camino para llegar hasta nuestro objetivo? Aquí es donde entra en juego el Big Data.

En el post anterior hablamos sobre cómo el análisis avanzado de datos podía acabar con el marketing de masas online para dar paso al marketing de la personalización. La creación de contenido a medida para su público objetivo. Y el Big Data puede ser una herramienta fundamental que puede potenciar los esfuerzos creativos de los equipos de marketing para conseguir un resultado mejor y más eficiente.

Un cambio de perspectiva

El paradigma ha cambiado. El producto ya no está en el centro de la promoción, sino el cliente. La tendencia no es dar a conocer las increíbles ventajas y características de tu producto. Ahora se apela a la emoción del comprador. ¿Cómo te puede ayudar? ¿Qué beneficios vas a obtener? ¿Cómo va a mejorar tu vida si compras este producto? Esto facilita mucho las estrategias de marketing.

Piensa en el esfuerzo que supone desarrollar una campaña que llegue al mayor número de personas posible, cada una con sus características, y que encima convenza a cuantas más personas mejor de comprar tu producto. ¿No sería más fácil saber a quién le puede interesar más tu producto y apelar directamente a esa persona? Con el análisis de la información que proporciona el Big Data podemos ahorrar tiempo -y dolores de cabeza- empleando nuestra creatividad en campañas específicas y eficientes. 

No solo es el qué, sino el cómo

Las personas son un mundo, cada una tiene unos gustos y consume contenido de una manera diferente. Lo mismo ocurre con los canales por los que enviamos nuestro mensaje. No es el mismo usuario el que postea en X/Twitter -en nuestros corazones siempre vivirá el pájaro azul- que el que quiere contenido rápido y visual en Tik Tok o cotillea a sus contactos de Instagram. Son comportamientos completamente distintos... y que podemos analizar.

Si entendemos cómo consume el contenido nuestros potenciales compradores, podemos adaptar nuestro mensaje al formato que más les interese. Nuevamente, la creatividad se dispara al tener unos parámetros de los que partir y a los que puedes retorcer y jugar para que tus campañas no solo sean más específicas, sino también más originales. Nada es más poderoso que un mensaje novedoso y pegadizo.

No hay mejor improvisación que la que está preparada

Este es uno de los secretos de la televisión y la radio. Todo es mentira, todo está preparado. Sin embargo, todo parece tan natural, tan improvisado, queda tan bien.. Y ahí está precisamente el secreto, todo encaja a la perfección y parece natural porque ya saben lo que va a ocurrir. Si puedes adelantarte a los hechos, puedes pensar de antemano respuestas originales y satisfactorias.

Pasa lo mismo con el marketing y la comunicación. Es muy sencillo que algo salga mal o no funcione, por lo que es mejor estar siempre preparado para lo peor. Pero, gracias a data mining, podemos estudiar el comportamiento de nuestros contactos para entender cómo piensan y cómo van a reaccionar ante ciertos mensajes. Es lo contrario al folio en blanco: con tanta información anticipada, es mucho más fácil invertir tus esfuerzos y energías en ser creativo sin la presión de tener que estar reaccionando al momento.

Todo es bueno en su medida justa

El Big Data puede potenciar tu creatividad, pero también te puede volver perezoso. Al igual que las Inteligencias Artificiales, bien usadas pueden ser herramientas muy útiles para multiplicar tus resultados de manera exponencial con un esfuerzo menor. El sueño de cualquier persona creativa: solo tienes que preocuparte por pensar que ya te ayudarán a ahorrar tiempo en los procesos. Pero es muy fácil acomodarse.

Nos pasa a todos: una vez encuentras una fórmula que funciona, ¿para qué cambiarla? Ya lo dicen, la pereza es la madre de todos los vicios y el pensamiento creativo también necesita ejercitarse y una disciplina. Al final, todo se vuelve repetitivo y cansa. Si te has bajado de la rueda, incorporarse es más difícil, por lo que es importante no dejarse llevar por la facilidad de estas herramientas y buscar siempre la innovación, el cambio y la experimentación.

Como bien decía el Gato de Cheshire, si no tienes un objetivo claro, no importa mucho el camino que tomes, porque siempre llegarás a algún lugar si caminas lo suficiente. Por desgracia, en los negocios ocurre lo contrario. No tener un objetivo claro es el primer paso para que "te corten la cabeza". Gracias a los datos no solo podemos establecer objetivos asequibles, sino encontrar el camino más creativo -y por tanto, exitoso- para llegar hasta ellos. 

O escapar de la Reina Roja en el País de las Maravillas.

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