Aunque casi el 99% de los ejecutivos desearía estar en condiciones de tomar decisiones basadas en datos, solo uno de cada tres asegura haberlo logrado.
Así lo revela un estudio reciente de NewVantage Partners que, por otro lado, revela la dificultad de muchas organizaciones a la hora de cambiar la forma en la que toman sus decisiones.
Y todo ello pese a que está demostrado que la integración de análisis y datos en los procesos de toma decisiones puede tener un impacto decisivo en el desarrollo de la empresa.
Es por eso por lo que hemos querido dedicar un artículo a profundizar la toma de decisiones basadas en datos de calidad y en cómo estas pueden contribuir al crecimiento de cualquier proyecto empresarial.
¿En qué consiste la toma de decisiones basadas en datos?
Esta consiste en recabar datos sobre los indicadores clave de rendimiento (KPI) de la organización, para posteriormente analizarlos, cribarlos y, por último, transformarlos en información útil.
Un proceso es crucial en las estrategias empresariales hoy en día por los muchos e importantes beneficios que esta ofrece.
¿Por qué es importante la toma de decisiones basadas en datos?
La toma de decisiones basada en datos es fundamental, sencillamente, porque proporciona una base objetiva para las decisiones empresariales, eliminando factores como la subjetividad y las conjeturas de la ecuación.
Este enfoque permite a las organizaciones identificar tendencias, predecir resultados y responder con precisión y en tiempo real a los cambios que se van produciendo en el mercado.
De esta forma, las empresas pueden optimizar procesos, incrementar la eficiencia y mejorar su competitividad.
6 pasos para tomar decisiones basadas en datos
Para estar en condiciones de tomar decisiones basadas en el análisis de datos de calidad es fundemental:
1 - Definir los objetivos de negocio
Este paso implica comprender los objetivos a largo plazo que tiene la dirección de tu organización.
Estos pueden ser específicos, como incrementar ventas y tráfico web, o más generales, como aumentar el reconocimiento de la marca.
Definir al detalle tus objetivos te ayudará a seleccionar las métricas e indicadores clave de rendimiento (KPI) adecuados y a determinar qué datos necesitas analizar para apoyar los objetivos estratégicos.
2 - Consultar con los diferentes equipos para identificar fuentes de datos clave
Reúne a los diferentes responsables de departamentos para comprender sus objetivos a corto, medio y largo plazo.
Esta información te ayudará a afinar tus búsquedas y a recurrir a fuentes de datos autorizadas.
3 - Recolectar y preparar los datos necesarios
Una vez identificadas las fuentes de datos de las que obtener métricas fiables, llega el momento de activar los mecanismos de recoleta.
Prioriza las fuentes de datos que puedan tener un impacto significativo y que sean menos complejas de manejar.
4 - Visualizar y clasificar los datos
La visualización de los datos que se van recabando es fundamental para tomar decisiones informadas.
No menos importante es clasificar los datos de forma que sea fácil encontrarlos cada vez que se necesite recurrir a ellos.
Para ello te recomendamos utilizar elementos visuales como gráficos y mapas, ya que facilitan la detección y comprensión de tendencias, anomalías y patrones.
5 - Cribar los datos de calidad y analizarlos crítico
Una vez clasificada la información, llega el momento más crítico de todos: cribar aquello que sirve y lo que no, y realizar un análisis crítico de toda la información relevante.
Y es que tanto las decisiones más inmediatas, como las que miran a futuro, deben salir de los inputs recabados y analizados teniendo en cuenta los objetivos del proyecto.
6 - Actuar en consecuencia
De nada sirve disponer de todo tipo de métricas de calidad si estas no se transforman en acciones.
Una vez tengas en tu mano datos de calidad completamente fiables, actúa en consecuencia y comparte aquella información valiosa que consideres oportuno con los jefes de división.
Tal y como hemos podido comprobar a lo largo de estas líneas, los datos ofrecen una base sólida para tomar decisiones informadas, reduciendo la incertidumbre y permitiendo una mejor gestión de los recursos.
Y es que implementar un enfoque de decisiones basado en datos no solo mejora la eficiencia y efectividad de los procesos empresariales, sino que también prepara a las organizaciones para adaptarse rápidamente a cambios del mercado y a oportunidades emergentes.
En un contexto sobresaturado de información como en el que nos encontramos, los dashboards eficaces y un fuerte análisis de datos aseguran que las decisiones sean rápidas y, lo más importante, precisas y respaldadas por evidencias.
Como advierten cada vez más investigaciones al respeto, la transformación hacia una cultura basada en datos de calidad es clave para que las empresas no solo sobrevivan, sino que prosperen en el futuro.